Bizcocho de té blanco de cereza

Os traigo otra receta de bizcocho con té en su interior. Cualquier té es perfecto para usarlo en repostería pero los blancos tienen un sabor más suave y delicado y me apetecía mucho experimentar con ellos. El té blanco de cereza de Café Té Arte lleva, además de los brotes secos de la planta, capullos de rosa y cerezas ácidas. Son estas últimas las que vamos a potenciar añadiendo además unas cerezas deshidratadas entre los ingredientes.

En otra época del año puede elaborarse este bizcocho con cerezas frescas. Seguro que también se obtiene un resultado maravilloso. Al cocinar con té le estamos aportando a la receta aromas nuevos, jugosidad y las propiedades beneficiosas de la bebida.

Ingredientes para un molde alargado mediano:

• 2 huevos
• 60 g de aceite de girasol
• 4 cucharaditas de té de blanco de cereza infusionado en 125 g de agua
• 100 g de azúcar
• 150 g de harina
• 1 cucharada de levadura
• una pizca de sal

Ingredientes para la cobertura:

• 100 g cerezas deshidratadas rehidratadas con té blanco de cereza
• 50 g de harina
• 50 g de azúcar
• 50 g de mantequilla o margarina

Preparación:

Una vez que tengamos todos los ingredientes a mano comenzaremos por preparar el té de cereza siguiendo las instrucciones de la tienda respecto al tiempo de infusión. Como queremos un sabor más potente de la que tomaríamos en la sobremesa, usaremos 4 cucharaditas para media taza de agua.

Cuando haya reposado el tiempo suficiente, lo colaremos y lo verteremos sobre las cerezas deshidratadas para que se rehidraten y maceren en el té hasta que se ablanden ligeramente. Así también el té de cereza potenciará su sabor.

Mientras, batir ligeramente en un bol los huevos, el aceite y el azúcar, removiendo hasta que se hayan disuelto los granos de este último. A continuación, colar las cerezas, dejar estas aparte y verter el té en nuestra masa para mezclarlo.

Seguidamente, tamizar la harina, levadura y la sal sobre la mezcla anterior y remover con una paleta o unas varillas lo justo para que los ingredientes secos queden integrados. Se dejará reposar la masa mientras seguimos con la elaboración.

Para preparar la cobertura se mezclará en un cuenco, con un tenedor, la harina y el azúcar. A eso se le añade la margarina a trocitos y se trabajará la mezcla con el tenedor hasta que quede grumosa-harinosa. En mi caso cocino sin lácteos por intolerancia pero si no tenéis ningún problema con ellos, es recomendable realizar este tipo de cobertura, llamada streusel, con mantequilla, ya que le dará más consistencia.

En este momento se pondrá a precalentar el horno a 180 ºC y se forrará un molde rectangular con papel sulfurizado. Verter la masa en el molde, cubrir con las cerezas rehidratadas que teníamos reservadas y esparcir por encima el streusel. Meter en el horno y hornear a 180 ºC durante 40-50 minutos. El tiempo es orientativo puesto que algunos hornos pueden necesitar algunos minutos más de cocción. Lo importante es que el bizcocho esté hecho por dentro, cosa que podemos comprobar pinchando con un palillo y verificando que salga limpio, y dorado por fuera.

Si el bizcocho ha subido, está dorado, pero aún está líquido por dentro sólo hay que cubrirlo con papel de aluminio y volverlo a introducir en el horno diez o quince minutos más; los que necesite. De esta manera se seguirá cociendo sin que se queme el exterior.

Tras sacar el bizcocho del horno, hay que dejarlo enfriar dentro del molde sobre una rejilla metálica unos minutos y luego un rato más fuera de él. Aunque no creo que dure mucho porque lo comeréis enseguida este tipo de bizcocho jugoso es recomendable guardarlo en el frigorífico, cubierto, puesto que los sabores se potencian y así también evitamos que se reseque.

Por supuesto, este bizcocho es aconsejable degustarlo con una buena taza de té blanco de cereza.

Esta receta es una colaboración de etringita, autora del blog comestible Fotomerienda.