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Cómo preparar té blanco
Te has comprado en tu tienda favorita (¡como la nuestra!) un té blanco de calidad porque has escuchado sobre los múltiples beneficios que esta infusión le aporta al organismo.
Y es cierto, el té blanco es el que más propiedades antioxidantes ofrece de todos los tés por la cantidad de polifenoles que tiene, en este post te contamos los tipos que existen y las virtudes de beberlo.
Se trata de una bebida conocida por ser un poderoso antienvejecimiento, de ahí su notoriedad, pero además, tiene una bonita leyenda que explica su origen.
Cómo se prepara
Lo primero que debes tomar en cuenta es el tipo de recipiente que emplearás. Lo mejor es emplear una taza de porcelana con tapa o tisanera de gran capacidad.
El siguiente factor que debes atender es el calentamiento del agua. Muchos bebedores de té creen que deben hervir el agua para hacer cualquier té y no es cierto, es algo que siempre le explicamos a los clientes en la tienda y lo señalamos en todos los posts que hacemos sobre preparaciones de tés. En el caso del té blanco debes llevar el líquido a 80 grados para introducir el infusor con el té.
En cuanto a la cantidad de hojas o cejas -dependiendo del tipo de té blanco- lo ideal es una cucharadita por cada 0,15 litros de agua y dejar infusionar durante 9 minutos. Al no tener tanta clorofila ni taninos como el resto de tés, el blanco no se amarga tanto, por lo que puede infusionarse más tiempo.
Puedes tomarlo caliente o frío, dependiendo de tu gusto, también puedes preparar recetas de comida con la bebida como este helado de té blanco. Nosotros recomendamos beberlo sin azúcar ni leche para apreciar sus delicados matices en nariz y boca, sobre todo si bebes una gran cantidad al día como muchos de nuestros clientes. Una ventaja que tiene es que, cuando se trata de té blanco puro, puedes reinfusionarlo hasta 3 veces extendiendo el tiempo de infusión en cada una.
El té blanco es una bebida suave y elegante, que tiene un precio un poco más elevado que el resto de tés debido a su sistema de recolección, pero bien vale su coste. Prepara una taza, siéntate con tranquilidad y disfruta con todos tus sentidos cada sorbo de bebida, será un momento tan delicioso que equivaldrá a una sesión de relajamiento.
Algunos consejos para empezar a tomar té blanco
Es habitual que después de leer este post, te animes y acudas a comprar un té blanco para empezar a disfrutar de sus beneficios. Pero si es la primera vez que vas a probarlo, debes saber que que esta variedad de té es de las más suaves y ligeras, mucho más aun que el té verde.
Por ello, te recomendamos que comiences con alguna aromatización.
En nuestra tienda puedes ver que indicamos el porcentaje que contiene. Elegiremos aquella aromatización que contenga menos cantidad de té blanco o vaya mezclado con algún té verde u otro ingrediente.
Según vayamos apreciando la suavidad de la infusión de este tipo de té, podremos ir eligiendo otros con más porcentaje de té blanco o pasar a uno puro, sin ningún tipo de aromatización.
El origen del té blanco
Existen diferentes historias que explican cómo surgió el té blanco. Una de ellas es una leyenda china que cuenta que en Fujian hubo una vez una sequía tan grave que impidió cosechar nada durante muchas estaciones.
En una época la región fue azotada por una plaga que causó numerosas muertes. Al ver que la situación empeoraba, los ancianos recomendaron ir a buscar una planta sagrada que crecía junto al pozo de un dragón. La creencia era que el jugo de esta planta devolvería la fertilidad a la tierra y curaría a los enfermos.
Muchos jóvenes valientes partieron a la montaña, en busca de esta planta milagrosa, pero ninguno de ellos regresó con vida.
Dos hermanos y una hermana decidieron salir en su busca. El mayor fue el primero en ir, pero no regresó. El segundo corrió la misma suerte. Finalmente, la hermana pequeña decidió salir en busca de sus hermanos y de la planta.
Al llegar allí, se encontró que el dragón había convertido a los hombres en piedra. Gracias a su astucia consiguió robarle la planta al dragón y matarle con una flecha.
Con algunas gotas de la planta sagrada devolvió a los hombres a la vida y todos regresaron al pueblo. Allí plantaron las semillas. La tierra volvió a ser fértil y los enfermos sanaron.
Desde aquel día, todas las plantas de Fujian, donde se cultiva actualmente el té blanco, fueron de té.
Otra historia explica que el té blanco apareció cuando unas hojas llevadas por el viento cayeron dentro de una olla que el emperador Shen Nong estaba hirviendo.
Leyendas aparte, lo cierto es que el té blanco es una bebida delicada y compleja con numerosos beneficios además del placer de saborear su sutil gusto. Para sacarle el mayor partido debes prepararlo de la forma correcta, de esta manera conseguirás todas sus propiedades.
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