Este es uno de los mejores tés semifermentados del mundo. Su cuidada producción hace que sea un té muy especial y de producción limitada.
Hace unos años, Félix tuvo la oportunidad de viajar a Taiwán y visitar las plantaciones donde se producen los tés Oolong que trabajamos en la tienda.
Visitando plantaciones de Tainan, descubrió la famosa variedad Oriental Beauty.
Allí participó en el proceso de recolección y producción de este té, que se caracteriza porque sólo se recoge el brote tierno y dos pequeñas hojas de la planta. Como podéis observar en la fotografía, este brote tiene un tamaño muy pequeño.
Esta variedad es característica ya que en la zona habita un pequeño insecto llamado Formosana Paoli, este insecto más pequeño que una mosca, cuyo principal alimento es el néctar de la Camelia Sinensis (la planta del Té), hace que la planta crezca muy lentamente, los brotes sean más pequeños y tengan una pre-oxidación dotándolos de un color ligeramente amarillo.
Obvio es que en esta plantación no sé usan pesticidas, ni en esta ni en los cultivos cercanos (piñas).
El uso de cualquier tipo de insecticidas eliminaría a este delicado insecto y perderían uno de los tés más valorados del país (Oriental Beauty).
Cada plantación o factoria, lucha año a año en certámenes y ferias de té para que su té sea galardonado. A más galardones y premios, más cotizado y valorado es el té y más caro se podrá vender en el mercado.
Durante la visita, Félix tuvo la oportunidad de probar diferentes Oriental Beauty, entre ellos el más galardonado y reconocido de ese año, cuyo precio rondaba los 6000$ los 100gr. Si, has leído bien, cerca de 5000€ 100gr de té.
Aunque el reto de hacer una foto a la Formosana Paoli fue algo complicado, finalmente la paciencia dio su fruto y aquí podéis ver este pequeño insecto posado sobre el borde de la camiseta.
Como curiosidad, nos contaron que maestros chinos intentaron llevar este insecto a su país y copiar el proceso de producción de esta variedad allí. El resultado fue que el insecto no se reprodujo y desistieron. Concluyeron que este insecto, solo se podía reproducir en esa zona de Taiwan.
Una vez recolectado el brote, comienza la fermentación. Esta labor la realizan expertos maestros cuidando mucho extender las hojas correctamente, controlar la temperatura de las salas, su aireación... Para conseguir un té de calidad, es vital darle a todos los brotes una fermentación homogénea y cortar esta fermentación introduciéndolo en tambores de calor en el momento justo.
Cambios de temperatura, humedad, etc pueden hacer variar las horas de fermentación.
Tanto es así, que el maestro y sus ayudantes permanecen en todo momento vigilando este proceso día o noche. Y no es raro ver la factoría en pleno funcionamiento a altas horas de la madrugada.
En este vídeo, puedes ver el proceso de aireación al que continuamente hay que someter a las hojas para que el proceso de fermentación sea homogéneo. Las hojas se extienden en esas esteras separas entre sí para que corra el aire entre ellas y continuamente son aireadas.
Por las horas que eran (medía mañana) y el día soleado que había, preveían que deberían cortar esta fermentación a última hora de la tarde, siempre y cuando no lloviera y aumentara la humedad.
Al poco de abandonar la factoría aparecieron unas nubes y por la tarde llovió, así que seguro que esa noche debieron estar vigilando el té continuamente.
En taza, este té se caracteriza por un sabor dulce que perdura en el paladar y muy aromático.
Puedes probar a reinfusionar sus hojas, ¡el cambio de sabor y aroma te encantará!
Si eres un apasionado del té y sobre todo de los Oolong, este es un té que debes probar si o si.