¿No te sienta bien el café? 5 consejos para dejar el café

¿Eres de los que no te sienta bien el café? O del grupo de los que se toma demasiadas tazas al día. Puede que hayas ido, poco a poco, aumentando la ingesta de esta bebida y estés empezando a notar que no te encuentras todo lo bien que quisieras. 

Sea como sea, puede que estés pensando en reducir la cantidad diaria de café o, incluso, dejarlo por completo.Pero te has dado cuenta de que te cuesta mucho no tomarlo, sientes que es como si te faltara algo. Y eso se debe a que la cafeína puede causarnos una pequeña adicción porque nos estimula y mantiene atentos. 

Hoy te damos cinco consejos para que puedas dejar de tomar café. Pero antes de entrar en ellos, recordamos que el café en sí no es malo, como todo en esta vida tomado con moderación es una bebida estupenda. Pero puede ser que por exceso o porque te siente mal necesites dejar de tomarlo.

Eso sí, dejarlo de un día para otro puede provocar algunos síntomas de abstinencia como dolor de cabeza, mal humor o fatiga. Por ello, nuestra recomendación para aquellos que tienen un consumo excesivo de café es dejarlo de manera progresiva.

1. Toma menos café

Parece obvio, pero a veces no caemos en que para dejar el café tenemos que ir tomando cada vez menos. Si eres de los que tomabas entre cuatro y cinco cafés diarios, toma uno menos durante una semana, a la siguiente otro menos y así todas las semanas. 

Recuerda que puede que al principio sientas un poco de ansiedad o nerviosismo, cansancio, dolores de cabeza o falta de concentración. Es que el cuerpo estaba habituado a una cantidad determinada de cafeína y ahora tiene que hacerse a otra. Vamos, que puede que sufras un poco de abstinencia. 

Si ves que no eres capaz de quitarte todos esos momentos de café, prueba a reducir la cantidad de café que le añades a cada una de ellas. Tomarás menos cafeína sin casi darte cuenta. 

2. Pásate al descafeinado

Sabemos que a muchos el café os gusta, su sabor y su aroma es algo que no queréis dejar de lado. Una buena opción es que sustituyas tu café habitual por el descafeinado. Puedes hacerlo de manera gradual, para no reducir de golpe la cafeína que estás acostumbrado a ingerir. ¡Ah! Y si te preocupa que no sepa igual, no debes hacerlo, porque el sabor no varía casi nada. En nuestra tienda podrás comprobar que nuestros descafeinados están deliciosos. 

Ten en cuenta en esta opción que aunque no tomes tanta cafeína el descafeinado sigue conteniendo algunas sustancias que pueden aumentar tus niveles de colesterol. 

3. Toma el café con leche o bebidas vegetales

Es una buena opción para reducir la cantidad de café por cada taza, de esta manera lo tomarás mucho menos concentrado y estarás reduciendo la cafeína que ingieres. 

Hay muchas personas que no toleran bien la leche, por eso recomendamos también probar las bebidas vegetales hasta que encuentres la que más se adapta a tus gustos. Y si esto tampoco te convence, haz el café con más agua y así reduces la concentración.

4. Toma otra cosa

En ocasiones tomamos el café en nuestros ratos libres, como para llenar ese hueco o porque tenemos algo de hambre. En ese momento es una buena idea cambiar esa taza de café por unos frutos secos naturales, una pieza de fruta o incluso un zumo. El agua en estos casos también es muy eficaz porque es uno de los mejores sustitutos. 

Hay que tener cuidado en este punto porque se puede tener la tentación de sustituir el café por cualquier otra cosa que no sea saludable u otro vicio. Esto al final lo que consigue es que cambies unas cosas por otras.

En el caso de cambiarlo por el té, también queremos dejar claro que si tu problema es un exceso de nerviosismo o problemas para dormir, esto no es una solución porque la teína es igual de fuerte que la cafeína.

5. Descansa de manera adecuada

El café se suele tomar para despertarse, espabilar, aumentar la concentración o reducir el cansancio. Si lo que quieres es dejar la cafeína, una de las opciones es dormir más, descansar mejor y así no se siente tanto la necesidad del café. 

En ocasiones se siente sueño después de comer, y suele pasar porque se hacen comidas más copiosas o con exceso de grasas e hidratos de carbono. Lo ideal para no necesitar ese café después de comer es hacer comidas más ligeras. 

Y si puedes, echarte una pequeña siesta después de comer también te puede ayudar a no tener que tomarlo. 

El café crea una gran dependencia y puede aumentar nuestros niveles de estrés y ansiedad, es por esto que a muchas personas no les recomiendan, mientras que otras lo toman de forma exagerada y a la larga no les sienta bien. 

Para aguantar mejor la dependencia del café cuando se está intentando reducirlo o dejar de tomarlo, lo ideal es el ejercicio, que es un gran aliado contra la ansiedad.